Veladas romànticas y despertar de los sentidos. Ayer fuimos a celebrar el cumpleaños de Víctor a Mailuna. El regalo consistia en un massaje al chocolate para dos y una cena en el mismo lugar.
Vayamos por partes. Llegamos, y ya de entrada un ambiente càlido de luz amarilla acojedora, buen olor, y caras sonrientes que nos esperaban. Ràpidamente pasamos a la sala de masajes donde el olor a cacao e incienso y la música relajante fueron invadiendo nuestros olfato y oido.
Nos despojamos de nuestras ropas mientras saboreabamos uno de los màs deliciosos chocolates, puro y dulce, combinación ideal.El gusto estaba tambén satisfecho. Continua llegint